ACTO DE OFRENDA E INVOCACIÓN A LOS DIOSES

La madrugada del jueves al viernes, noche anterior a la batalla para salvar a la ciudad de Quart-Hadas de la invasión de los soldados romanos, a la 01:00 horas, se hace en el Campamento Mastieno, un acto en el que la gran Sacerdotisa Mastiena (máxima autoridad religiosa de la Tropa), invoca a los Dioses para que ayuden a los soldados mastienos, bajo el mando del Régulo (jefe militar), en la dura batalla que se les avecina.

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Tras partir el general Aníbal con un imponente ejército hacia Roma, con el fin de invadirla, la ciudad de Quart-Hadast, se queda bajo las órdenes del General Magón, hermano de Aníbal. Estando por tanto, la ciudad prácticamente desprovista de su ejército, es sorprendida por la llegada a sus alrededores de numerosas Legiones Romanas, con el único propósito de apoderarse de ella.

Este acto, conmemora la noche anterior que pasaron los habitantes de la ciudad de Quart-Hadast, y especialmente los guerreros, conocedores del inminente ataque que las legiones romanas iban a llevar a cabo sobre la ciudad.

Temerosos los guerreros, se encomendaron a la Sacerdotisa, para que esta invocara a los Dioses, ante los cuales se juramentarían, compartiendo la bebida salutífera de los inmortales, con el fin de que los Dioses les protegieran y ayudasen a salir victoriosos de la dura batalla contra Roma.

Durante el acto, se elabora una queimada, que es repartida entre todos los guerreros y demás gentes de la Tropa, que simboliza la bebida que la Sacerdotisa les dio a los guerreros. Posteriormente, esta bebida, es repartida también entre los demás asistentes al acto.

A continuación, aparece el texto que todas las madrugadas del jueves al viernes se narra en el Campamento Mastieno, para llevar a cabo la invocación:

INVOCACIÓN DE LA GRAN SACERDOTISA

Guerreros mastienos, entrad al sagrado templo y disponeos a hacer el gran juramento y a recibir la sagrada bebida de la Diosa Aletes y las pinturas de guerra de los inmortales.

Hijo del fuego y de la pasión destructora. Presta tu sagrada ira para hacer feroces a los guerreros mastienos, sordos a los lamentos del enemigo. Ponles en sus brazos armados la fuerza devastadora de tu terrible brazo. Orgullosos guerreros de la antigua casta de Mastia. El gran dios de la guerra os va a escuchar, la suerte de la batalla que se avecina está echada. Prestarle juramento haciendo sonar vuestras falcatas y bebiendo la pócima salutífera de los inmortales, preparada con amor y devoción por las nobles hijas de esta tierra...

Tú, Régulo de los mastienos, como jefe de la Tropa, se el primero en probar la fuerza y el valor que esta bebida os infundirá.

ˇˇ SALVE MASTIA !! ˇˇ SALVE QUART-HADAST !!


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(c) Asoc. Cultural Mastienos, Cartagena. 2001