LA PESCA

El Mediterráneo gozaba de muy buena salud en aquella época. La abundancia de pesca no correspondía sólo al mar abierto y proximidades del litoral sino que estaba presente en aguas interiores, lagunas, estuarios o bahías. La Albufera, Mar Menor e incluso el Almarjal cartagenero gozaron largo tiempo de esta riqueza. Esta situación se mantuvo hasta desaparecer por la contaminación industrial contemporánea.

Las factorías pesqueras prerromanas eran ya famosas en todo el Mediterráneo, estando documentada su exportación a los mercados griegos. El transporte del pescado en vivo, fue organizado por los comerciantes emitas del ramo mediante naves dotadas de tanques forrados de plomo, auténticos viveros flotantes que más tarde imitarían los romanos.

Las factorías de salazones fenicio-púnicas, cubrían una amplia faja costera que iba desde las proximidades de Setúbal en Portugal, al Estrecho, para subir por la costa mediterránea hasta la factoría pesquera de Punta de l´Arenal en Játiva. Esta área de influencia, sería ampliada posteriormente por los romanos.

Se fabricaba el garum o liquamen de óptima calidad. Esta denominación romana, garum, deriva de la griega garon, que procedía a su vez del correspondiente término semítico, escurrir, de sus grandes promotores y difusores por todos los mercados mediterráneos. En la fabricación del garum se empleaba preferentemente dl Scomber scombrus, llamado hoy comúnmente caballa y que dio nombre finalmente al islote de Escombreras (Scombraria), en cuyo entorno se pescaba esta especie.

Caballa o "Escomber scombrus"

Una industria íntimamente vinculada a la de los salazones fue la de la producción de sal, único medio por entonces para conservar el pescado y la carne. Para ello contaba en su territorio con minas de este cloruro como las de Egelasta, que Etienne sitúa en el centro del Campus Spartarius, y sobre todo, en una amplia red de salinas altamente favorecidas por las características del Mediterráneo para su desarrollo: alta salinidad de sus aguas y facilidades de evaporación por largos períodos de insolación.

Está probado, que el área comercial de Quart-Hadast se extendió por todo el continente europeo, y ello contribuyo, en unión de su potencial minero-metalúrgico, de construcción naval, etc... a otorgarle un relevante lugar en el ámbito económico de esta época.


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