LOS ROMANOS EN CARTHAGO NOVA

Tras la conquista de Quart-Hadast, por los ejércitos romanos bajo el mando de Publio Cornelio Escipión, se le da un nuevo nombre a la ciudad, pasándose a llamar a partir de ahora Carthago Nova. Esta conquista, supuso para la ciudad un largo tiempo de tranquilidad, y reposo, ya que con esto terminó el conflicto bélico. Es una etapa de transición entre dos ambientes históricos aparentemente distintos, y en los que se aprecia cierta unidad. Las fases de ocupación de la ciudad son muy confusas.

Para cubrir este periodo, únicamente podemos contar con las manifestaciones epigráficas y arqueológicas (sobre todo materiales cerámicos). Estos en gran medida, son los que nos permiten cubrir el vacío documental de las fuentes escritas que se produce inicialmente, tras la caída de la ciudad.

Los más característico, es que, con el control de Carthago Nova, los efectos dejaron de sentirse con prontitud, y en un breve espacio de tiempo, los romanos lograron, tras la toma de Gades en el 206 a. C., hacerse con el dominio de la franja meridional de la península ibérica y poner fin a la dominación carthaginesa. La acción de Escipión había conseguido arrebatar a la metrópoli norteafricana su principal fuente de recursos. De manera que esta conquista, supuso "la conquista más valiosa que Roma había poseído".

Busto de Publio Cornelio Escipión

Es por ello evidente, que con el sometimiento definitivo de la ciudad, la acción romana condujo a una modificación de la situación político-militar, ya que inicialmente la ciudad se somete a los nuevos planteamientos jerárquicos impuestos por la potencia vencedora, sujeta a la obligación de contribuir con un tributo anual a las arcas del Estado romano.

A pesar de todo esto, cabe resaltar que cuando los ejércitos romanos alcanzan estos territorios carthagineses, se había llegado a uno nivel de urbanización bastante notorio y muchos de los sistemas y técnicas de explotación económica, agrícolas y mineras, fueron continuadas por los romanos. Por lo que se sospecha que la postura inicial de los romanos fue la de aprovechar todo en cuanto a organización y elementos urbanos poseía la ciudad carthaginesa.

Tendremos que esperar hasta finales del siglo II a. C. y el siglo I a. C. para que los romanos empiecen a transformar o renovar el panorama urbanístico de la ciudad. Es por ello que se considera a la etapa de los bárquidas en la ciudad como la etapa que consolidó definitivamente a este núcleo indígena como un gran centro urbano, acelerando un proceso urbanístico en parte y iniciado en sus primeros pasos.

Casi desde el primer momento, la ciudad fue la capital carthaginesa en la península ibérica, ejerciendo el control político-militar sobre el territorio, y convirtiéndose en el símbolo del nuevo Estado bárquida. En cuanto a la misma ciudad, no es posible conocer la fisonomía que tuvo durante la época bárquida y a comienzos de la etapa romano-republicana.

Pese a la escasez de información arqueológica, pero gracias a la información literaria, se puede saber que la ciudad púnica se había erigido en un centro urbano de primer orden. Puede deducirse también, una cierta ordenación del espacio, con la existencia de construcciones de carácter religioso dentro de un recinto amurallado y con una ciudadela o acrópolis, además de constatarse espacios públicos, como el ágora o plaza. También somos conscientes de una estructuración u organización del componente social de este foco poblacional, en el que predomina el elemento indígena. Así pues, se sabe que entre los prisioneros capturados en la toma de Carthago Nova, se encontraban además de los habitantes, un elevado número de artesanos, algunos senadores y componentes del Consejo de Ancianos.

Ruinas del  anfiteatro romano de Cartagena.Ruinas del teatro romano de Cartagena

Es por ello, que la etapa púnica tuvo una considerable trascendencia en cuanto a la definición de la configuración urbanística de la ciudad durante la antigüedad. De esta manera, puede decirse, que la presencia romana durante un largo período no afectó a la estructura de la ciudad, limitándose en todo caso a un aprovechamiento de algunas de las construcciones preexistentes. Es por ello, que Escipión mandó efectuar diversas reparaciones en la muralla que defendía la ciudad, y también en otros puntos, como la acrópolis, que se hubieran visto afectados por el ataque romano.

Restos de una columnata  romana, Cartagena .Monumento funerario de la Necrópolis romana de Cartagena

Incluso algunas excavaciones del casco antiguo, demuestran que la ciudad romana continua el esquema de ordenación impuesto por el establecimiento púnico. Un ejemplo de esto, lo podemos ver en la excavación realizada en la ciudad, en un solar de la plaza de San Ginés, en la que se pudo documentar cómo una calzada romana correspondiente a la fase imperial se superpone y conserva el mismo trazado de una calle de época púnica en un nivel inferior. También hay que pensar, que la conquista de la ciudad tampoco supuso un saqueo y devastación metódica de las construcciones existentes, sino un aprovechamiento de estas.

Ruínas púnicas y romanas encontradas en la Plaza de San Ginés

En cualquier caso, un factor de máxima trascendencia en el proceso de romanización a lo largo de todo el siglo II a. C., fue el papel desempeñado por el puerto de la ciudad, debido a las ventajas naturales que este ofrecía, estando además en un momento álgido a finales de este siglo, cuando la situación parecía haberse ya estabilizado, advirtiéndose el incremento del tráfico marítimo que convirtió a Cartagena en uno de los centros comerciales más importantes de la península ibérica. Entre otros productos, cabe destacar las cerámicas procedentes del Mediterráneo Oriental. Eran cerámicas helenísticas de relieve procedente de Jonia, como un importante lote procedente del Anfiteatro y que han vinculado a las producciones del taller de Menemakhos.

A parte de estas cerámicas, también se conservan fragmentos de envases de carácter industrial, ánforas, de origen rodio, empleados para el transporte de vino, y que en muchos casos presentan estampillas con el nombre del fabricante. La abundancia de productos de procedencia oriental e itálico, han hecho que se plantee la posibilidad de que Cartagena se pudiese definir como un puerto franco en el Mediterráneo Occidental, como lo eran Delos y Rodas en el Oriental.

Pero esta situación, no es más que el reflejo también de una reactivación e intensificación de la actividad de explotación de las minas, que aunque en un principio fueron estatales, pasaron a finales del siglo II a. C. a manos de particulares, negotiatores, lo que motivó una importante corriente de inmigrantes de origen itálico. Aunque en definitiva, la reactivación de la ciudad es consecuencia, como ya se ha dicho, de haberse alcanzado una coyuntura política favorable que permite someter a intensa explotación los recursos económicos del entorno de Carthago Nova.

Ara Pacis encontrada en el cerro de  Cantarranas, en CartagenaCasco romano

Además hay que señalar paralelamente al desarrollo de la ciudad, la pervivencia de un importante componente semita en la población de la ciudad, puesto de manifiesto fundamentalmente a partir del análisis de los grafitos púnicos en cerámica tardorrepublicanas que señalan la continuidad o pervivencia de la lengua púnica hasta al menos la segunda mitad el siglo I a. C.

Será ahora, cuando comience a definirse un hábitat rural en las proximidades de Carthago Nova, con asentamientos reducidos que se justifican en base a actividades de explotación agrícola o minera, así como de factorías y establecimientos costeros que hay que relacionar con la pesca y elaboración de salazones.

Pero todo este proceso iniciado con la conquista romana, no alcanzará su momento culminante hasta la época de Augusto. Será entonces, cuando la ciudad conozca un período de gran desarrollo urbanístico y de importante actividad comercial, que se plasma en importantes reformas urbanísticas y en el hecho de que las construcciones y monumentos más destacados se levanten en este período de prosperidad.


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Asoc. Cultural Mastienos, Cartagena. 1999-2002